Davinia de Vidania
1. Soy de las que da más de lo que recibe. Me comprometo al 100%
2. Me mueve el corazón y la pasión
3. Creo en la diversidad y la humanidad
4. Para hacer las cosas como todo el mundo, prefiero no hacerlas
5. Trato de ser mejor persona cada día
6. Me encanta colaborar y crear sinergias con los compis
7. Prefiero ser íntegra y perder, que irme a la cama con la conciencia intranquila
8. Leo, al año, una media de 30 comedias romántica
9. Ser madre ha sido la experiencia más enriquecedora que he tenido
10. Y lo más curioso ….si quieres saber si Davinia de Vidania es mi nombre real o artístico, tendrás que ponerte en contacto conmigo
El principio de todo
Cuando en 2010 terminé publicidad y R.R.P.P. en la @sjc.uva solo tenía clara dos cosas: una, quería trabajar en una agencia como creativa y dos, no quería terminar en un medio. ¿Cuál fue mi primer trabajo? De ayudante de la responsable de publicidad en @7punto7radio Lo que pensé que iba a ser la experiencia más aburrida de mi vida porque a mí los medios no me iban (o eso decía) fue un antes y un después. Recuerdo muy bien la primera vez que me puse tras un micro. Tenía que locutar una cuña. Lo hice fatal pero sentí algo que jamás había sentido antes: estaba en casa. A pesar de eso, seguí con la publicidad y le di de lado a la locución. Las radios no querían darme la oportunidad de participar en un programa porque no tenía experiencia, lógico, por lo que pasé de medio, a agencia y por empresas, en el mundillo de la publicidad sin sentir que encajaba del todo hasta que un día vi un curso de locución de radio que se ofertaba. Fue el profesor quien me recomendó a la radio que me dio la oportunidad de mi vida: @radio_tamaran Siempre le estaré super agradecida a Fran y su mujer, los dueños de la radio, por haber confiado en mí y darme tanta responsabilidad como lo hicieron. Durante unos meses o casi un año, me permitieron hacer todo tipo de programas. Comencé haciendo un magazine por las tardes dos veces en semana, y pasé a hacer el Talk show de las mañanas, producir programa (aunque esto se me daba fatal, todo hay que decirlo) y llevar casi todos los programas yo. Fue una experencia increíble donde aprendí a tener control sobre la voz, resolver rápido problemas que iban surgiendo mientras seguía el programa y ha tratar con la gente. Fue un máster impagable pero que me dejó clara una cosa: quería estar detrás de un micro
Empezando a oficiar
Un día en la playa, mi amiga Liliana, violinista y asidúa a muchas bodas, me lo propuso. Creo que se te daría súper bien, Davinia. Me dijo. Allí mismo me levanté e improvisamos las dos una ceremonia. Creo que esto me gusta, le dije. Así que me puse manos a la obra. Diseñé una web, logo y sin saber muy bien como era el sector y cómo iba a hacerlo, me ofrecí como maestra de ceremonias. Inés de The Federicas había visto trazos de mis charlas, y fue ella quien me recomendó a la pareja que se convirtió en mi primera boda (la de la foto) Le estaré eternamente agradecida a ella y a esa pareja, porque si dar charlas me encantaba, oficiar una boda ya era lo máximo. ¿Cómo era posible que no lo hubiese visto antes? Yo, amante de las historias de amor y de hablar en público, era la mezcla perfecta. Con algo de miedo porque no sabía si iba a convencer, decidí ser fiel a mi estilo de dar charlas y trasladarlo a las bodas. Nunca he sido muy protocolaria con nada, y soy más bien natural. Creo que en una boda hay que pasarlo bien, así que ¿tiene que haber más gente como yo no? Pues sí la había. Tanta que a los pocos años, decidí ser sincera conmigo mismo y dejar el marketing para entregarme únicamente a oficiar. Si fuese por mí, haría una boda diaria por simple hecho de estar ahí en al altar, viendo a la pareja, a los invitados, y sus caras de felicidad y sorpresa. Pero como esto no es viable, me conformo con hacerlo algunos fines de semana al mes. Mientras, lo disfruto y sigo pensando como hacer felices a las parejas.
Descubriendo mi yo
La necesidad de tener un sueldo que me permitiese empezar a tener una vida adulta con ya 30 años (un poco tarde lo sé) hizo que echase atrás y volviese a trabajar en marketing, así que acepté un trabajo de directora para una importante empresas textil. Pero el corazón es sabio, sabe cómo tiene que latir, y a mí ahí el corazón no me latía lo suficientemente fuerte. Después de un año y medio dejé la empresa e hice algo que me asustaba mucho: emprender.
Empecé a dar asesoramiento, clases y charlas sobre algo que había estando aprendiendo en los últimos años: marca personal. Descubrí que hablar delante de cientos de personas me encantaba. Sorprenderles con juegos, con disfraces o con cosas que no se esperaban y ver sus caras pasándolo bien mientras aprendían (o eso quiero pensar) era algo que me llenaba el corazón de una manera inimaginable. Descubrí que hablando delante de cientos de personas era yo al 100%. No tenía miedo a mostrarme. Era mi yo más auténtico. Aprendí a ser más creativa, a hablar mejor, a sorprender y eso unido a todo lo que aprendí en la radio, resultó una mezcla que llamaba mucho la atención y que yo disfrutaba muchísimo. Me empezaron a llamar de eventos para que diese charlas, de instituciones para presentar y así es como terminé presentando la First Lego League en Detroit.
First Lego League
En el 2018 se puso en contacto conmigo la First Lego League USA, una asociación que fomenta la tecnología y valores a través de robots contruidos por Legos, para presentar su festival mundial nada más y nada menos que en Detroit, Michigan (USA). Dos años antes tuve el placer de presentar el Open European en Tenerife, y me volví de la isla sabiendo que nunca iba a vivir (laboralmente hablando) algo tan especial. Niños de diferentes países superando la barrera del idioma, niños de países enfrentandos hablando como si nada, compartiendo sus culturas, sus conocimientos, derrochando creatividad y pasión. ¡Algo espectacular! Tras presentar el Europeo, llegó el mundial en Detroit y fue otra experiencia inolvidable y muy bonito. 50 mil personas estuvieron esa semana disfrutando del evento, conocí a grupos de todo el mundo con mi misma pasión de aprender, hacer las cosas diferentes y ser creativos. ¡Una experiencia única!
